Una ruta original, pura y desafiante

El Camino Primitivo, considerado la ruta más antigua hacia Santiago de Compostela, ofrece al peregrino una experiencia única en la que se mezclan historia, naturaleza y desafío. Comenzando en Oviedo, ciudad que guarda un rico patrimonio prerrománico, esta ruta discurre por paisajes de montaña, verdes valles y aldeas tradicionales donde el tiempo parece haberse detenido. Sus senderos, menos concurridos que otras rutas jacobeas, invitan a la reflexión y al contacto profundo con la esencia del Camino.

A lo largo del recorrido, el viajero atraviesa enclaves emblemáticos como Grado, Salas, Tineo o Pola de Allande, para luego afrontar la belleza y exigencia del Puerto del Palo, una de las etapas más memorables y exigentes. Cada jornada está marcada por la hospitalidad de las gentes, la gastronomía local y la sensación de estar siguiendo los pasos del rey Alfonso II el Casto, primer peregrino documentado que viajó a Santiago en el siglo IX.

La llegada a Galicia a través de la provincia de Lugo abre un nuevo capítulo del camino, donde se une con el Camino Francés en Melide. Desde allí, la ruta continúa hacia Santiago de Compostela, regalando al peregrino paisajes rurales, iglesias centenarias y la emoción creciente de alcanzar la Plaza del Obradoiro. El Camino Primitivo no solo es un viaje físico, sino también espiritual y cultural, ideal para quienes buscan una experiencia auténtica, exigente y profundamente enriquecedora.